Las enfermedades hepáticas no alcohólicas (EHNA), incluyendo el hígado graso no alcohólico (NAFLD) y su forma más avanzada, la esteatohepatitis no alcohólica (NASH), representan una carga creciente para los sistemas de salud. Estas condiciones están íntimamente ligadas a factores metabólicos como la obesidad, la diabetes tipo 2, la dislipidemia y la resistencia a la insulina.
En medicina interna, la atención a pacientes con enfermedades hepáticas no alcohólicas se ha convertido en una prioridad debido a su creciente prevalencia y su papel como causa emergente de cirrosis hepática y hepatocarcinoma.
Diagnóstico Temprano y Estratificación de Riesgo
El diagnóstico precoz es fundamental. En la práctica clínica, el hallazgo incidental de elevación de transaminasas en pacientes con síndrome metabólico suele conducir a la evaluación hepática.
- Ecografía abdominal: Es la herramienta inicial más utilizada para detectar esteatosis hepática.
- Elastografía y FibroScan®: Evaluación no invasiva de fibrosis hepática que permite estratificar el riesgo de progresión.
- Biopsia hepática: Sigue siendo el estándar de oro para distinguir entre NAFLD y NASH, aunque su uso se reserva para casos específicos.
La evaluación de la fibrosis hepática es clave, ya que es el principal factor pronóstico en estas enfermedades.
Manejo Clínico de la Enfermedad Hepática No Alcohólica
El manejo clínico se centra en modificar los factores de riesgo metabólicos. Actualmente, no existe un tratamiento farmacológico aprobado específicamente para la NASH, pero los siguientes enfoques han demostrado beneficio:
Modificaciones en el Estilo de Vida
- Pérdida de peso: Una reducción del 7-10% del peso corporal puede revertir la esteatosis e incluso la inflamación hepática.
- Ejercicio físico regular: Mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la grasa hepática independientemente de la pérdida de peso.
- Dieta hipocalórica y mediterránea: Ricas en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes, son efectivas en la mejora del perfil hepático.
Intervenciones Farmacológicas en Estudio
- Pioglitazona: Ha demostrado beneficios en pacientes con NASH, especialmente en aquellos con diabetes.
- Vitamina E: Útil en pacientes no diabéticos, aunque su uso a largo plazo sigue siendo debatido.
- GLP-1 agonistas: Medicamentos como liraglutida han mostrado reducción de grasa hepática y mejoría en histología.
- Inhibidores de SGLT2: Prometedores en la reducción del peso y la grasa hepática en pacientes con NAFLD y diabetes tipo 2.
Prevención y Educación del Paciente
La prevención de las enfermedades hepáticas no alcohólicas requiere una estrategia comunitaria y clínica. En el ámbito individual, el médico internista debe identificar y educar a los pacientes con factores de riesgo metabólicos.
- Detección precoz en pacientes con obesidad, dislipidemia o síndrome metabólico.
- Asesoramiento sobre nutrición, actividad física y control glucémico.
- Evitar medicamentos hepatotóxicos innecesarios.
Rol del Médico Internista en el Abordaje Multidisciplinario
El médico internista cumple un papel clave como coordinador del cuidado en pacientes con NAFLD/NASH. Su rol incluye:
- Vigilancia de la progresión hepática mediante pruebas no invasivas.
- Referencia oportuna a hepatología cuando hay sospecha de fibrosis significativa o complicaciones.
- Control y seguimiento de comorbilidades asociadas: HTA, diabetes, dislipidemia.
Perspectivas Futuras y Líneas de Investigación
Actualmente hay más de 20 moléculas en ensayos clínicos para el tratamiento de NASH. Entre las más prometedoras se encuentran:
- Ácidos biliares modificados (obeticholic acid).
- Agentes antiinflamatorios dirigidos a citocinas clave.
- Moduladores de PPARs.
El objetivo es desarrollar terapias combinadas que ataquen la esteatosis, inflamación y fibrosis simultáneamente.
Conclusión: Avances Relevantes para la Práctica Clínica
Las enfermedades hepáticas no alcohólicas representan un problema de salud pública en crecimiento. Gracias a los avances en métodos diagnósticos no invasivos y nuevas terapias en investigación, los médicos internistas tienen herramientas para actuar de forma proactiva, reduciendo la progresión hacia cirrosis y mejorando el pronóstico de los pacientes.
Preguntas Frecuentes
¿Cuál es la diferencia entre NAFLD y NASH?
NAFLD es la acumulación de grasa en el hígado sin inflamación significativa. NASH es una forma más avanzada con inflamación y daño hepático que puede progresar a fibrosis y cirrosis.
¿Se puede revertir la enfermedad hepática no alcohólica?
Con cambios en el estilo de vida como pérdida de peso y ejercicio regular, es posible revertir la esteatosis hepática e incluso mejorar la inflamación en casos tempranos.
¿Qué pacientes deben ser derivados al especialista?
Pacientes con fibrosis significativa, elevación persistente de transaminasas o factores de riesgo para cirrosis deben ser derivados a hepatología.
¿Hay medicamentos aprobados para tratar NASH?
Aún no hay fármacos aprobados específicamente para NASH, pero se están investigando múltiples terapias que muestran resultados prometedores.